La disfunción eréctil se puede curar permanentemente para muchos hombres. Varios tratamientos, como medicamentos, terapias o cambios en el estilo de vida, pueden abordar eficazmente las causas subyacentes. No es necesariamente una condición de por vida.

Sí, existen ejercicios y fisioterapias que pueden ayudar a mejorar la disfunción eréctil. Los ejercicios cardiovasculares regulares, como trotar o nadar, pueden mejorar el flujo sanguíneo. Los ejercicios del suelo pélvico, como los de Kegel, también pueden fortalecer los músculos implicados en las erecciones.

Sí, los factores emocionales o psicológicos pueden contribuir a la disfunción eréctil. El estrés, la ansiedad, la depresión y los problemas de relación pueden influir. Es importante abordar estos factores y buscar apoyo si es necesario.